Colombeia

población llega a cien vecinos, las mujeres andan casi todas descalzas y se observa que casi todos tienen mal color. Una legua más adelante, está el lugar citado arriba, cuya población llegará a trescientos vecinos (hay sin embargo un convento de frailes y dos de monjas). En sus edificios se ve un palacio de los condes de Oropesa casi arruinado; la iglesia de monjas de la Misericordia, que tiene un altar mayor y tres pequeños de muy buen gusto, orden Corintio. La iglesia de San Bernardo, que fue antes colegio de la Compañía, es un edificio sólido y elegante, construido todo él de muy buena piedra berroqueña. La portada es de orden Dórico y bastante buena, como asimismo un gran cuadro que forma el retablo mayor. Esto todo es fundaciones de un D. N. de Toledo, que fue Virrey del Perú y dejó rentas para mantener capellanes en dicha colegiata, después de la expulsión de los regulares que lo poseían. Asimismo se ve más abajo un gran edificio que hacía construir dicho señor Virrey para hospital y como no pudo concluirlo por su muerte, aún está sin acabar y casi arruinado, con las frecuentes visitas que hacen allí (y en muchos otros edificios de la ciudad) los cerdos de que abunda el país. Todo el camino desde Calera es bastante bueno y se ve a un lado y otro, bien cultivado, aquella parte que no es dehesa. Casi todo el país lo es en esta provincia que se considera como la dehesa general del Reino. Casa de Francisco Rodríguez Camacho. A la Calzada de Oropesa (2 leguas). A un cuarto de legua del antecedente, está el lugar de Lagartera, de cuatrocientos vecinos; y media legua más adelante el de Herreruela, de cien. Todo el camino está regular hasta llegar al citado arriba, que es de cerca de quinientos vecinos; tiene una iglesia de buena arquitectura y un convento de monjas. Estando aquí supe que en el lugar del Gordo, distante una legua (tiene de población ciento sesenta vecinos), se hallaba actualmente en comisión el Intendente de Badajoz, marqués de Ustáriz, paisano mío; tomé mi caballo, fui a verle y encontré en él un sujeto amable, instruido y celoso del bien de su Patria, capaz sin duda de llenar el empleo que ejerce. Casa de Francisco González. A Navalmoral (4 leguas). A tres leguas del antecedente, está el lugar de Peraleda que tendrá trescientos vecinos; casi todo el camino, a un lado y otro es dehesa. La población de este lugar de Navalmoral llegará a quinientos vecinos, y está muy bien situada a la falda de una sierra. Sus edificios son buenos entre los que se usan por el país (la casa en que estuvo a su paso la Reina de Portugal me cupo por alojamiento). La iglesia es de orden Gótico moderno, y