Colombeia

la desidia y mal gusto por todas partes en este Reino desdichado. Casa de Pedro García Peletero. Vuelta casa de Cándido García Romeral, dibujante mayor de la fábrica. A Talavera de la Reina (4 leguas). A un cuarto de legua del lugar antecedente se encuentra el pequeño de Dañoja; y más adelante tres cuartos de legua el de Monte Aragón, que manifiesta tener cuarenta vecinos. Una legua más adelante está el río Alberche— desde este río se entra en el término de la provincia de Extremadura — con un puente para pasarlo, que se halla en mal estado, y al pie hay una venta pequeña y estanco de tabaco; el camino que sigue hasta llegar a Talavera es muy hermoso y ameno, conociéndose aun en esto la utilidad e industria que inspira a todo el pueblo sus fábricas y manufacturas. La de sedas, establecida por el Ministro Carvajal y por disposición del señor Rowler, es bastante buena y podría, mejor arreglada, ser una de las mejores de Europa. La manufactura es bastante buena, pero falta el buen gusto en los dibujos, diseños, etc.; los galones y tisúes no son malos; también faltan edificios capaces de reunir las manufacturas que con perjuicio del dueño, se hallan repartidas en pequeñas casas de particulares. En la de loza se notan muchos defectos, pues además de estar poco refinado el barro, no hay corrección en los dibujos y fórmula de las piezas que se hacen; cada una de ellas respira el mal gusto de sus artífices. En punto a edificios se ve el crucero, altar mayor y ochavo, y escalera bolada de San Gerónimo, que es muy bueno todo, y no deja de serlo también la nave principal del convento de Santo Domingo. La ermita de Nuestra Señora del Prado es lo mejor que yo he visto en su línea, y el crucero y capilla mayor son de excelente arquitectura. El puente que hay sobre el Tajo está casi arruinado por desidia de los que mandan, a pesar de servir tanto a todo el Reino. Los frailes Gerónimos tienen cuatro piedras de molino sobre el río que les produce diariamente un doblón de a ocho, y para que nunca estén parados, han comprado y destruido doce que tenía la ciudad y uno la Virgen de N., para gozar todos los citados privilegios, porque no hay otros. En esta ciudad he tratado a la marquesa de Villatoya, sujeto amable y de dulce trato; también a la familia de Llave, etc. Las observaciones del viajero Pons sobre esta ciudad son bastantes exactas y no de mal juicio. Casa de Juan López Colina. A Calera (3 leguas). Andando tres leguas por un camino llano y frondoso, bien cultivado todo lo que a una y otra parte se ve, (la mayor parte de olivar) se llega a este lugar compuesto de casi quinientos vecinos. De aquí se lleva la tierra para los alfares de Talavera. Casa de José Amor Alias. A Oropesa (3 leguas). A dos leguas del antecedente se encuentra el pequeño lugar de Alcañizo, su