Maracay, junio 16 de 1812.
Mi querido Manuel:
Al paso que el general ha extrañado mucho el desentonado oficio que con fecha 11 del corriente te pasa el comandante general de Caracas, Carabaño, le ha parecido muy bien y ha aprobado la moderación con que le contestas el 12; y me manda te diga, que esa comandancia es independiente de la general de Caracas, sin que por eso quede relevada ni la una ni la otra, de la buena armonía; auxilios recíprocos que es indispensable se presten, tanto para sostener la autoridad en sus distritos, como para el mejor servicio.
En cuanto á las demás autoridades de Caracas, debes reglar tus operaciones, considerándolas como secundarias, cualesquiera que sean, y sólo primaria la militar, mientras rige la ley marcial.
El general quiere saber si Ricaurte está cumpliendo su destino, ó el motivo que haya habido para lo contrario, y en ese segundo caso te previene le solicites, y hagas tú cumplir sus órdenes en este asunto.
Te recomiendo de nuevo y muy particularmente el mejor obsequio y más digno tratamiento al enviado del Norte-América.
En cuanto á Burke, me manda te diga que es necesario permanezca ahí algún tiempo, pues habiendo el general tenido de Inglaterra y de la América algunos informes contra él, necesita examinarlos.
Guayca fue nuevamente atacado el día 10 por el mismo Monteverde, y el enemigo sacó lo que en los ataques anteriores; pero habiendo variado un poco nuestra posición por la ocupación del Picacho de Aguacaliente por dichos enemigos, dispuso el general la evacuación de Guayca, que se ha ejecutado habiendo dejado 300 hombres en Magdaleno, y el resto de la división de Du Caylá entrado en el cuartel general.
Castillo debe hacer un movimiento sobre San Sebastián y la Villa de Cura y Carabaño si llega á salir de Caracas ocupará la posición de Camatagua que Castillo deja. He aquí nuestra línea; ella es regular, y me parece nos da tiempo para aguardar las tropas de Cumaná de las que aun no tenemos noticias.
Yo soy tu apasionado amigo, etc.
Carlos Soublette