Caracas, junio 14 de 1812.
Mi general: Está aquí un hombre nombrado Juan Manuel Lecumberri, marido de una Arrieta, á quien según él me dice, conoce Vd., que desea servir en el ejército en calidad de ingeniero. El era antes agrimen¬sor público, y realmente posee conocimientos cuales no poseen otros aquí: le conocen bien Jacot y Aldao: es natural de aquí y si Vd. necesita de él me alegraría se acomodase honradamente á las órdenes de Vd., pues conviene que esta gente vea prácticamente cómo es que trabaja y procede Vd. y se alejen de ese hormiguero de enredos y tramoyas. El trato solamente hace cono¬cer á los hombres y conduce al desengaño de los errores y falsas atribuciones. Vd. me avisará si le necesita para ingeniero, pues creo que para otra cosa no serviría.
Es suyo:
M. J. Sanz.
Contésteme Vd., pues juzgo conveniente que este hombre, si sirve en ese destino, vaya para allá: su conducta es buena: su genio bien acondicionado, pero ami¬go de una familia no favorable á Vd.