Colombeia

8.— Nadie ignora lo que el Rey permite, y lo que este Párrafo (y todo el oficio) contiene contrario á lo que su Maga. Manda y lo que disponen sus Rs. Ordenanzas y las Leyes todas!... Nadie creo las quebranta mas, ni nadie abusa tanto de su autoridad como este moderno jefe… En que código avrá aprendido su Señoría que él ni nadie tenga facultad para injuriar, y decir desberguenzas á otro?... En el Legislador mismo, no reside mas facultad que la del castigo, ó el premio según la Ley! Y aun el mortificar por medio de palabra en tono de chanza le es prohivido!... Nadie ignora tampoco qual es el modo de corregir á un insolente desbergonzado, aunque se embuelva en la capa de su indigna autoridad, y se esconda en la madriguera de su cobardía del abatimiento, y de la humillación como savemos… 9. 10. Estos artículos están respondidos en el 2o y 8o, y en la misma ignorancia, y desberguenza á que apela siempre su sinrazón… digno todo por cierto del nunca bien ponderado sucesor de D. J. M. de Ca—1. O quatum hec Niobbe, Niobbe distabat ab illa!
8.—Nadie ignora lo que el Rey permite y lo que este párrafo (y todo el oficio) contiene contrario a lo que Su Majestad manda y lo que disponen sus Reales Ordenanzas y las leyes todas!... Nadie, creo, las quebranta más, ni nadie abusa tanto de su autoridad como este moderno jefe… ¿En qué código habrá aprendido su Señoría que él ni nadie tenga facultad para injuriar y decir desvergüenzas a otro?... En el legislador mismo, no reside más facultad que la del castigo o el premio según la ley ¡y aun el mortificar por medio de palabra en tono de chanza le es prohibido!... Nadie ignora tampoco cuál es el modo de corregir a un insolente desvergonzado, aunque se envuelva en la capa de su indigna autoridad, y se esconda en la madriguera de su cobardía, del abatimiento y de la humillación, como sabemos… 9 y 10.—Estos artículos están respondidos en el 2 y 8, y en la misma ignorancia y desvergüenza a que apela siempre su sinrazón… digno todo por cierto del nunca bien ponderado sucesor de D. J. M. de Ca— 1. O quantum hec Niobbe, Niobbe distabat ab illa!