Colombeia

varios gastos de compañía y suplementos, hasta la cantidad de 700 reales de vellón, como consta de las cuentas y recibos que tiene en su poder. A que se añade que no debiendo nada dicho sargento de los víveres que ha tomado, sería siempre muy venial su delito, y no tampoco de la extensión que supone el Coronel, pues sólo hay tres meses que manda el Regimiento. Apenas hay, creo, jefe en el ejército, o fuera de él, a quien no suceda igual caso todos los días, de pagar al administrador pasado mañana, los víveres que se han tomado para hoy; sin que por esto se diga que el amo debe procesarse, ni que el castigo del súbdito pase de una amonestación. Pero me hago cargo en esta parte, de la magnífica exactitud del Coronel y no pretendo por eso disculpar del todo al sargento… por lo que mira al capitán es un disparate. 2. —No sirve de disculpa a este jefe, testigos de esta verdad, el sargento de primera clase, Antonio Gervolés, cabo y soldado de Compañía y hasta el vivandero que los franqueaba. 2.—V. M. ha dejado de dar los Alcances de América al soldado Manuel de Arca, no sirviéndome de disculpa el que estaban en poder de dicho sargento Gervolés, los que se aprontaron al expresado soldado en mi presencia la semana ante